jueves, 19 de abril de 2012

Videoblog | Día del Holocausto en Israel


Hoy abro nueva etapa en el Blog. Me ha parecido una buena idea comenzar un vídeo Blog. Intentaré publicar uno cada semana aportando una visión diferente sobre las cosas. Un amigo me comentó hace unos días " Mateo, soy un defensor de la palabra escrita pero deberías hacer un vídeo blog" y aquí estoy. Haciéndole caso....




Hablando con una superviviente del Holocausto

Con una carpeta llena de fotos, recuerdos y cartas del pasado , Ozi Van Straten, superviviente del Holocausto de 71 años mira a su público y habla  "soy una niña del holocausto y aunque no tenga un número en mi brazo que indica mi estancia en un campo de concentración vengo a contar mi historia". 

Su historia es triste. La vida de una niña que sufrió el Holocausto, perdió a su madre y a su hermano en un campo de concentración y vistió una estrella amarilla en su ropa que la definía como "juif", judía. "Esta era la estrella que mi hermano y yo vestíamos cuando eramos pequeños", explica. 


Ozi Van Straten muestra la estrella que los Nazis
 le obligaron a vestir siendo una niña 


"No es fácil crecer sin madre", asegura esta superviviente tras contar que "a mi hermano y a mi madre los cogieron en Febrero 1945 muy cerca del final de la guerra". Esta superviviente explica que "la única conexión que me queda de mi madre es un anillo que ella le dio a una enfermera de la Cruz Roja en un campo de concentración en Francia". Acto seguido, Ozi muestra el anillo en su mano y explica orgullosa "aquí está, en mi dedo y nadie me lo quitará". 

Tras mostrar el anillo, emocionada, recuerda los años de su niñez, escondiéndose con su padre y su hermano mayor de los nazis. Su vida ha dado muchas vueltas pero ahora se alegra de "estar aquí, con mis siete nietos". "Siento el deber de contar mi historia", asegura. 

Al ser preguntada por un posible viaje a Alemania o Polonia asegura que "jamás iré a Alemania, no he estado nunca ni quiero estar, incluso me cuesta visitar Francia, a pesar de que tengo allá familia". 

Al igual que ella, en Israel aún existen supervivientes del Holocausto. Personas ya mayores, algunos de ellos con un número tatuado en sus brazos que indica su paso por un campo de concentración, que cargan con una pesada losa: la memoria. 


Yom Hashoa


El encuentro con Ozi se produce porque hoy se conmemora el día del Holocausto en Israel: Yom Hashoa. Actos en recuerdo de las víctimas se celebran en todo el país. Además, a las diez de la mañana, una sirena suena en cada ciudad israelí. 

Viví la sirena en las proximidades de la Universidad Ben Gurion en la calle Rager. Es una sirena similar a la que se escucha cuando hay un aviso de cohetes y tiene una duración de un minuto. Durante ese momento el transporte público se paraliza, los coches se detienen y la gente se queda petrificada en el medio de la calle. 

Las cabezas miran al suelo, las manos se entrelazan, el país se congela y la sirena suena y suena en una llamada a la memoria sobre el Holocausto. Es un momento intenso, delicado, triste y conmovedor. Todo un país recuerda los atrocidades cometidas en la II Guerra Mundial en un intenso minuto. 



La sirena suena y todo se paraliza. Rager Street| Beersheba

Gente parada en frente de la Universidad Ben Gurion

Israel es un país en el que casi todo el mundo tiene algún familiar o conoce a alguien que ha sufrido  experiencias en los campos de concentración. El Holocausto está presente en la política, en el día a día, en el sentimiento de los israelíes. 

El miedo a ser aniquilados, el miedo a que un nuevo Hitler ataque al pueblo judío siempre está presente en la mente colectiva de este país rodeado de enemigos. En ocasiones, la política recurre al Holocausto para avisar a la población de una necesaria operación militar contra Irán. 

"Si no lo hacemos nos matarán". Esa es la idea que se plantea al hablar de los avances de Irán en materia nuclear.


El Holocausto, a pesar de formar parte del pasado, sigue estando presente en el día a día de este país pues sus consecuencias fueron devastadoras para el pueblo judío. 

miércoles, 18 de abril de 2012

Una charanga israelí: Marsh Dondurma


La música, esa diosa que gobierna en el terreno de las emociones ¡oh la música!... Ella logró en el día de ayer hacerme viajar desde Israel a un pequeño pueblo de Salamanca. Todo en un abrir y cerrar de ojos.

Me encontraba en un concierto de una banda israelí nacida en Jerusalén llamada Marsh Dondurma, compuesta por  unos quince músicos cargados con trompetas, saxos,  trombones, tambores y demás instrumentos. Todos juntos, como una pequeña familia , cerca  de su público tocaban melodías que lograban mover los cuerpos de los estudiantes de la Universidad Ben Gurión de Beersheba. Estábamos en Ha Halutz, un pequeño local administrado por estudiantes para celebrar conciertos y distintos eventos culturales.

Ese grupo era , de facto, una especie de charanga. Su música y ritmo alegre comenzó a recordarme a las melodías que escuchaba en mis viajes a Salamanca con mi mejor amigo francés, Sergio. Llegó un punto en el que estaba más presente en Castilla y León que en Israel.

Estaba fuera de órbita sin haber consumido ninguna sustancia extraña. Me alimentaba de una buena droga: la música. Y nada más. Cerré los ojos, los seguí escuchando y a mi alrededor veía España pero oía Israel. Oía Marsh Dondurma:




Ahora que ya los habéis escuchado, os dejo una fotografía hecha desde mi Iphone en uno de los momentos de más alegría de la noche...

Marsh Dondurma, tocando en Ha Halutz, Beersheba. 


Y escribo sobre música porque NO todo es conflicto, no todo es política, muerte, guerras, crisis económica, trabajo, estudios...Soy de los que piensa que hay que recordar siempre la importancia de liberar la mente en algunos espacios de nuestro día, soñar, disfrutar de una buena canción, hacer deporte, pasar un buen momento con amigos, relajarse y vivir la parte positiva de la vida. A pesar de todo...


Si queréis saber más de la banda aquí hay más música e información





Mateo Rouco

Estudiante erasmus en Israel.
Colaborador de Expansión desde Oriente Medio.

domingo, 15 de abril de 2012

Israel en autostop, oh yeah!


¡Que sí que sí, que sí! Es posible recorrerse un país en autostop. Y también es posible hacerlo en Israel.

La gente pensará que es peligroso y yo les diré que en absoluto. Hace pocos días he iniciado una nueva aventura por Tierra Santa con mi mejor amigo y compañero de viaje Théo Flechais, un estudiante erasmus francés.

Queríamos hacer un viaje por Israel, gastar poco dinero, conocer gente en el camino e ir de norte a sur del país combinando transporte público y autostop y puedo decir que : ¡ lo hemos conseguido!

El viaje ha durado aproximadamente siete días. Comenzamos en la ciudad de Tel Aviv. Una noche de paseo, entretenimiento nocturno y alojamiento bajo las estrellas, en la playa. (Vamos que dormimos en la calle). En esta ocasión mi compañera de piso, Sofía, nos acompañaba en el inicio de la aventura.

La nochecita en la playa nos costó un robo inesperado. Alguien durante la noche se acercó a nuestras mochilas y nos robó. Mi amigo quedó sin móvil y yo me quede con unos cuantos euros menos en mi cartera. Cosas de la aventura, ya se sabe...

Al día siguiente nos fuimos a un kibbutz en el norte llamado Yagur. Los kibbutz son pequeñas comunas agrícolas israelís en las que la gente suele ser maja pero algo cerrada y que tuvieron una gran importancia a nivrl económivo en los comienzos del estado de Israel. Nos fuimos con un americano llamado Brian que vivió unos meses en ese kibbutz a su llegada a la tierra prometida.

Él estaba totalmente nervioso de tenernos ahí. ¿Saldría algo mal, meterán la pata este francés y este español?, se preguntaría el pobre. Acertaba porque en realidad hicimos alguna travesura. Un día teníamos hambre y queríamos cocinar en el apartamento que uno de sus amigos nos había prestado. No prestamos atención y ni nos dimos cuenta de que no existía cocina. Compramos carne, arroz, y demás alimentos para cocinar. Llegamos durante la noche y ¡sorpresa! no hay horno, no hay cocina, no hay nada.

¿Y ahora qué hacemos con la comida? me pregunta Théo. Y le digo "tenemos que encontrar un sitio donde cocinar pronto, me muero de hambre". La solución fue montar una hoguera en las inmediaciones del kibbutz. Recogimos unos cuantos palos, agrupamos un par de piedras, encendimos el mechero y voilá ya teníamos como cocinar. Una solución un tanto salvaje, lo sé pero qué le vamos a hacer, uno es así.


Camino del mar de Galilea


Tras unos días de relax queríamos irnos al mar de Galilea y nos lanzamos a la carretera. Ese día pasamos por los asientos de más de diez coches y estuvimos en la carretera más de 4 horas saltando de coche en coche y de persona en persona.

Las conversaciones suelen ser aburridas al comienzo pero siempre te encuentras alguien con alguna opinión delicada. Un señor nos transportó durante un buen rato y la conversación fue apasionante.

"¿Sabes qué? A mi me dan igual los judíos y los árabes -él es judío-. Si por mi fuera pondría una bomba en Jerusalén y se acabó el problema" nos explica a los pocos minutos de recogernos.

El hombre sabe que tiene un par de extranjeros en el coche y comienza su juego. "A mi no me gustan nada los franceses" le dice a mi amigo Théo. La cara del francés era un poema, se estaba enfadando pero lograba mantener la compostura. "Tranquilo hombre, ahora tienes que aguantarme porque te estoy llevando y no te vas a quejar pero ya luego podrás criticarme" apunta este israelí. El hombre disfrutaba con el juego, yo me reía en el asiento de atrás, mi amigo intentaba alcanzar la calma y el señor seguía jugando "estuve en el ejército pero si te digo qué hacía tendría que matarte".

Así estuvimos un buen rato hasta saltar al siguiente coche que resultó ser un joven israelí, amigo de la vecina de mi amigo fracnés. "Este país es muy pequeño, aquí nos conocemos todos" nos explica el nuevo conductor ante la sorpresa de encontrarnos haciendo autostop tan lejos del sur (Ya estábamos cerca de la frontera con Líbano) Este chaval nos explica que "os he cogido porque sabía que sois extranjeros".

Tras saltos entre el coche de un ruso judío que emigró a Israel hace años porque "aquí se vive mejor que en Rusia" pasamos al coche de una madre con su niña pequeña. Con ella viajamos poco tiempo pero descubrimos a la conductora que mejor hablaba inglés de todos. Hay que tener en cuenta que no todo el mundo habla inglés y en algún momento tuvimos que demostrar nuestras habilidades en hebreo, que por cierto son escasas. Al final del día llegamos aquí.

Mar de Galilea

Qué decir, tras viajar en coche todo el día vale la pena tener este regalo: la belleza. Con ella estuvimos dos días y nos fuimos a nuestro siguiente destino. Lo mismo, de un coche a otro hasta llegar a una ciudad preciosa: Akko.

Una ventana de lujo hacia el mediterráneo. Una ciudad amurallada. Una reliquia con una amplia población árabe. Un lugar donde nos encontramos de nuevo con el conflicto. Con palestinos hablando de política cerca de esta maravillosa mezquita.

Mezquita Jezzar Pasha

Aquí me encontré con un grupo de españoles cumpliendo el estereotipo. Hablan alto, no tienen ni idea de inglés, se saltan las normas del templo al entrar sin sacarse los zapatos en la mezquita y disparan fotos mientras la gente reza, sin tacto. Cosas del turismo...y de los españoles. Asi somos!

Interior de la mezquita
Y aquí termina nuestra historia. Tras varios días de viaje. Tras subir por las piedras de esta muralla y ver cómo los habitantes de esta ciudad saltan desde varios metros de altura para sumergirse en el mar mediterráneo, recogemos nuestra mochilas y vuelvo a casa pensando:

Me encanta viajar!"


Vista al mar desde la muralla









sábado, 14 de abril de 2012

AirFlotilla II: la paranoia israelí contra activistas pro-palestinos.


Este domingo, 15 de abril, cientos de activistas intentarán volar desde distintas partes del mundo con el objetivo de visitar sus amigos palestinos en los Territorios Ocupados bajo la misión de 'Welcome to Palestina' o 'Flyfotilla'.

Ante tal acción un columnista del diario israelí Haaretz explica la paranoia de Israel con los activistas pro-palestinos. El bloqueo y las trabas impuestas por el gobierno de Benjamin Netanyahu a dichos activistas ha creado un debate sobre el miedo de Israel a recibir personas que están dispuestas a mostrar al mundo qué pasa en los Territorios Ocupados y a manifestarse.

Esta política -la de evitar la entrada de pacifistas que quieran manifestarse en paz o ayudar en West Bank- pueda dañar aún más la imagen de Israel. Dentro de Israel personas como Gildeon Levy, columnista del diario israelí Haaretz, critican la situación y las medidas del Gobierno:
"Si Israel realmente piensa que la ocupación es justa y legal, no debería asustarse por la conciencia de cada activista que se opone. Si no tiene nada que ocultar, respetuosamente debería invitarlos a visitar el país", explica.
Este columnista asegura que una vez que los activistas sean interceptados y su entrada sea bloqueada al país "se demostrará una vez más que Israel tiene algo que ocultar, que a pesar de toda su propaganda, Israel es consciente de que hay esqueletos en su armario y todo aquel que se atreve a acercarse a ellos va a sufrir el mismo destino : la expulsión".

De acuerdo con la visión de este columnista, el bloqueo de pacifistas, que ya se produjo el año pasado, será una victoria para los activistas y una pérdida para Israel. Perjudicará la imagen del país y la percepción de sociedad democrática que se tiene del mismo.

De hecho esta actuación es un bloqueo a la libertad de movimiento. Como bien explica Levy "las líneas aéreas ya han recibido la lista negra de antemano y ha sido enviada al aeropuerto Internacional de Ben Gurion". Entre ellas Lufthansa, Air France y la compañía de bajo coste inglesa Jet2.com reconocen haber cancelado asientos de pasajeros a petición de las autoridades de Israel.






Puntos a destacar del comunicado:
  • Debido a las declaraciones de radicales pro-palestinos que quieren llegar en vuelos comerciales procedentes del extranjero para perturbar el orden y hacer frente a las fuerzas de seguridad en los puntos de fricción, se ha decidido negar su entrada de conformidad con con la Ley de la entrada de Israel 1952.
  • Se adjunta una lista de pasajeros que se les niega la entrada en Israel.
  • Se ordena ( a las compañías aéreas) que no los embarquen en sus vuelos a Israel.
  • El incumplimiento de esta directiva dará lugar a sanciones contra las compañías aéreas.

El autor del artículo 'Israel is paranoid about pro-Palestinian activists' ironiza sobre este tipo de política y asegura que la excusa es la seguridad y recuerda que la última AirFlotilla "hace aproximadamente un año, terminó con 127 detenidos que fueron expulsados ​​de inmediato".

Llegados a este punto ¿cuál es realmente el motivo de la visita de los activistas?,¿Qué quieren, quiénes son y por qué vienen? En este vídeo tenéis algunas de las respuestas y de las caras de algunas activistas.



La otra cara de la moneda la pone el primer ministro Benjamin Netanyahu. El primer ministro israelí ha lanzado un mensaje a los activistas a través de su oficina en el que asegura apreciar "que hayáis escogido Israel como el centro de vuestras preocupaciones humanitarias" y a través del cual sugiere que los activistas deberían concentrarse en los problemas reales de la región como las masacres en Siria, el mandato de Hamas en Gaza o el programa nuclear iraní.




Espacio de debate|

  • ¿Os parece adecuado prohibir la entrada a un país a manifestantes pacíficos?
  • ¿Acierta Israel al evitar la llegada de activistas que posiblemente se manifestarían en las calles de Tel Aviv?
  • ¿ Es realmente un riesgo para la seguridad de la ciudad o las autoridades exageran?
  • ¿Acierta Netanyahu al asegurar que existen problemas mayores en la región que la causa palestina?
  • ¿Deberían los manifestantes acudir a manifestaciones en contra del régimen Sirio?

Comentar, ¡me interesa vuestra opinión! Gracias.


Mateo Rouco

Estudiante erasmus en Israel.
Colaborador de Expansión desde Oriente Medio.

Hermosa y amarga Palestina



La belleza de una tierra encuentra aquí la amargura de un conflicto. Las veces que he podido estar en los territorios que en un futuro formarán el Estado de Palestina he quedado atónito por la belleza de los paisajes, el color de la tierra y la amabilidad de sus gentes. Al mismo tiempo mis ojos también han observado el dolor de todos y cada uno de los palestinos que he ido encontrando en mi camino.

Al recorrer los territorios palestinos la mirada también debe lidiar con un color:el gris. Los muros que Israel está construyendo desde la etapa de Ariel Sharon han teñido de gris un paisaje maravilloso. Entrar ahora en ciudades como Ramala o Belén supone ver muros altos, grises y en ocasiones teñidos de grafitis por la paz y en contra de la ocupación.

En una entrevista que el periodista Henrique Cymerman hizo a Ariel Sharon en 2003 el dirigente explicaba su visión y el por qué de la "verja" :

"Yo tuve que decidir entre dos opciones: que hubiera críticas o que hubiera terrorismo. Y no tardé ni dos segundos en decidir qué opción escoger. Si tengo que elegir entre proporcionar un modo de defensa más a los ciudadanos israelíes o recibir críticas, pues prefiero las críticas."

En esta última visita he estado en Jericó, una especie de ciudad oasis cercana al mar muerto, preciosa y que destaca por ser una de las ciudades más antiguas del mundo. Lo inusual de mi viaje ha sido la compañía. He viajado a Palestina con un israelí que se ha hecho pasar por británico, pues tiene dos pasaportes. Este israelí quería ver Jericó y estaba especialmente motivado por ver cómo era la otra parte. En su día a día suele tener una visión bastante sesgada de los palestinos. He escuchado de su voz la palabra "bárbaros", "incultos", "si vas al West bank te matarán" y un largo etcétera que no vale la pena comentar.

En esta ocasión este israelí debía ocultar su procedencia por propia seguridad. De hecho, los israelíes tienen prohibido ir al West Bank para evitar secuestros o cualquier tipo de conflicto. Lo curioso es que muchos israelíes viajan a diario a los territorios ocupados porque ahí tienen su casa: las colonias.

Al recorrer los territorios uno se encuentra con numerosos asentamientos en los que los colonos viven en condiciones envidiables a los ojos de los palestinos. En la colonia en la que he estado el pasado diciembre he podido ver casas con chimenea, piscina, piano, jardín propio. De todo. Y al otro lado sólo pobreza.

Un israelí me muestra su visión sobre las colonias: "Si un israelí tiene que comprarse un piso en Tel Aviv o construir una casa en las colonias a veces opta por las colonias. La tierra es gratis, sólo tienes que escoger que colina quieres, construir una buena casa y luego el Gobierno te defiende y te pone agua y luz. Está claro que no es la mejor forma de alcanzar la paz y yo estoy en contra". Todo esto me lo cuenta conduciendo por la carretera de Tel Aviv a Jerusalén, de uso exclusivo para israelíes y que atraviesa parte de los territorios. Muchos la llaman la carretera 'apartheid'.


Un taxista en Jericó y un israelí encubierto

En Jericó tuvimos la ocasión de encontrarnos con un francés que viajaba sólo con un taxista palestino al que le había pagado 60 euros por llevarlo a Belén, Jericó y otras zonas de los territorios. Este francés nos dijo "si queréis venir conmigo y nos vamos juntos a Jerusalén", nosotros aceptamos y conocimos al taxista. Un hombre increíble.



Este hombre tiene su vida unida a un taxi. En él pasa parte de su día. Me cuenta " a penas puedo ver a mi familia y estoy todo el día trabajando para poder pagar el alquiler del taxi, por eso, cuando estoy en el coche me gusta disfrutar con la gente que transporto, poner música, cantar. Es el único momento en el que puedo disfrutar"

Cuando habla de su familia sus ojos brillan y transmiten pena. Dice que su vida "es muy triste" y recuerda nostálgico años pasados cuando "con mi coche podía moverme sin ningún problema e ir a Jerusalén o Tel Aviv". Ahora la situación es diferente. Ni siquiera puede llevarnos desde Jericó a Jerusalén, ciudades separadas por 20 kilómetros de distancia, debido a las restricciones de seguridad.

Todo lo que cuenta y cómo lo cuenta remueve conciencias. La tensión de este viaje ha sido precisamente compartir coche con este hombre palestino y con mi amigo israelí. El taxista no sabía que el chaval es israelí y por lo tanto habla abiertamente de política.



En este café de Jericó asistí al "milagro". Un palestino y un israelí hablando tranquilamente de política. Cuál es la mejor solución. ¿Dos estados?, ¿Un único estado?, ¿Acabar con las colonias?

El debate fue apasionante y en ocasiones para mi la tensión me desbordaba. Era el único en la mesa que sabía que uno de los que hablaba era israelí. Pero creo que la ocasión fue magnífica para aproximar puntos de vista y romper la imagen sesgada que ambos pueblos mantienen sobre su enemigo.

Yo escuchaba ambas partes mientras tomaba un café árabe, compartía cachimba con mi nuevo amigo palestino y observaba como mi amigo israelí compartía opiniones con tranquilidad en un pequeño café de Jericó ante la atenta mirada del retrato de Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina. 

Ojalá hubiera más ocasiones así.

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Mateo Rouco

Estudiante erasmus en Israel.
Colaborador de Expansión desde Oriente Medio.

viernes, 6 de abril de 2012

De estreno en el diario El Mundo

Breve pero intenso. Asi es este post porque aqui también estamos de vacaciones.

Hoy acabo de publicar mi primer articulo en la sección de economía de el diario El Mundo, mi antigua casa antes de irme a Israel.

Todo surgió de forma imprevista. Una de mis compañeras de trabajo en El Mundo se pasó un dia por este blog y leyó algunos de mis post. También observó que estoy colaborando con Expansión y me tiró de las orejas por no colaborar también con ellos. Me animó a contar la experiencia que viví en el Congreso de emprendedores donde conocí a Shimon Peres, presidente de Israel, y aquí está el resultado.

http://www.elmundo.es/elmundo/2012/03/30/economia/1333103847.html

Gracias a ella y a todos. Os espero pronto. Aquí :-)





Mateo Rouco

Estudiante erasmus en Israel.
Colaborador de Expansión desde Oriente Medio.